Estando en la época en la que estamos hay muchas clases que siguen siendo igual que las de hace muchísimos años, ¿por qué pasa esto?, muchos de los profesores siguen el Rol de autoridad, las clases siguen estando en filas en las que unos niños están más cerca del profesor que otros, donde las clases se imparten leyendo el temario mientras los niños escuchan, aburridos, sentados, sin ninguna motivación, donde los principales elementos siguen siendo, la tiza y los libros.
A lo largo del curso me he dado cuenta de lo importante que son las tecnologías para la educación, gracias a ella podemos hacer que las clases sean más motivadoras para los niños, que nuestros alumnos aprendan jugando, de esta manera las clases se hacen más llevaderas, tanto para los profesores como para los alumnos, los niños tendrán ganas de aprender y mostrarán el interés necesario para ello. He aprendido que memorizar no es aprender que se puede aprender más con un juego que con un examen, que no sólo se pueden valorar los exámenes si no el progreso de cada uno y que si cambiamos el orden de las clases poniendo a todos los alumnos al mismo nivel y juntos, desarrollaran más su espíritu de cooperación y aprenderán a trabajar en grupo sin ningún problema.
En resumen, me he dado cuenta que las tecnologías son un buen aliado para el aprendizaje, siempre y cuando se sepan utilizar. Con una pizarra digital podemos enseñar de manera muy efectiva, porque hay que reconocer que no podemos comparar dar clase con una pizarra de tiza, que dar clase con una pizarra digital en la que podemos mostrar vídeos, imágenes, música, películas, páginas de internet, aplicaciones...
No debemos olvidar las libretas y los libros, sino usarlos de complemento junto con las tecnologías. En una clase puede haber varios grupos de niños haciendo cosas distintas, por ejemplo, unos pueden estar jugando, otros con la pizarra digital, otros buscando información en libros, otros dibujando... de esta manera todos estarían haciendo algo y lo más importante, aprendiendo. así también el profesor perdería su papel de ''policía'' y ''vigilante'', se acercaría más a los niños, consiguiendo así que los alumnos estén más seguros de si mismos y se sientan más realizados
Por eso, todos los futuros docentes debemos perder la tecnofobia, como he hecho yo, y reconocer que gracias a ellas nuestros alumnos aprenderán más y de manera más creativa, colaborativa y divertida, porque memorizar no es aprender y hacer exámenes no es calificar.
Espero que os haya gustado mi seguimiento de cada una de las clases de Recursos Didácticos y Tecnológicos.
Un saludo.